Entrevista Wlado Jara

Su voz, comentarios y relatos deportivos, son parte de la historia de las comunicaciones en Valdivia. Los 50 años que entregó a la radiodifusión local, y los galvanos que lucen en su hogar, dan crédito a ello.
El año 2006 decidió colgar el micrófono y retirarse para siempre. Hoy, en pleno año sabático, no descarta la posibilidad de emprender nuevos retos, porque como dicta parte de su filosofía: “no hay mejor cosa que sentirse útil”.
El hombre de la frecuencia deportiva y más, comparte con Temporada un partido amistoso de largo aliento, con suplemento incluido, pues las historias, la vida y pasión de Jara, dan para un par de cotejos más.



Gestionar la presente entrevista no tuvo mayor dificultad, sólo hubo que buscar un día libre de eventos deportivos, ya que, como era de esperar, éstos son sagrados e imperdibles para Waldo Jara.
Ya en su hogar, este hincha de la Católica se muestra como un buen conversador, de palabra generosa, de relato apasionado y vehemente. Responde a nuestras preguntas con entusiasmo, sobre todo cuando tratan de deporte o de “La Ciudad de Los Ríos”.
Nació en Valdivia el 12 de octubre de 1936, estudio en la Escuela Anexa a la Normal, en el Liceo de Hombres y en el Instituto Comercial. Dos años alcanzó a cursar contaduría en este último establecimiento educacional, porque se dio cuenta que los números no eran lo suyo y voluntariamente desechó esa opción. .
No pasó mucho tiempo hasta que un día de octubre de 1956, un concurso radial sellaría para siempre su futuro laboral: Radio Sur de Valdivia buscaba un ayudante para el departamento de prensa, y sin pensarlo dos veces, se presentó y resultó el flamante ganador entre unos cincuenta participantes.
Desde aquel circunstancial episodio, la voz de Jara comenzaba a forjar lo que sería una larga carrera en los medios de comunicación hablados. Así pasó a formar parte del equipo de Radio Camilo Henríquez (a fines de los ‘50), donde llegó a ser el primer jefe de deportes de la emisora y donde realizó, junto a Arcadio Leal y Rigoberto Cuevas, su primer programa: Rutas del Deporte.
Tres años más tarde se incorporó a Radio Baquedano, donde comenzó a mostrase el director de programas, el lector, relator y comentarista. Ya en la década del ‘70 estaba totalmente consolidada su veta de comunicador deportivo, todo esto en el marco de uno de los más recordados campeonatos de antaño: el Provincias del Sur. “Ahí empezamos a incorporar a periodistas, pues ellos exigían participación de su gremio. Pero yo no me sentía completo si no transmitía lo que yo sabia, fue así como fuimos incorporando a distintas personas como Daniel Vega, Waldemar Ritter, Juan Carlos Herrera, Antonio Ormeño, Joel Carreño… muchas personas, mucha gente que todavía está vigente”, manifiesta.
Doce años permaneció en la Baquedano, hasta que en los ’80 se incorporó a Radio Austral. “Aquí pasó algo bien curioso. Yo llegué porque don Hernán Olave me llamó, pero tenían un problema de programación entre la 1 y media y las 2 de la tarde. Después que terminaba el informativo había música de sobremesa, y me dijeron si me atrevía, y encontré que era el mejor horario y dije, Vamos. El programa Suplemento Deportivo tuvo una gran sintonía durante los once años que estuve en Radio Austral, se transformó en el programa ancla, y yo creo que marcamos lejos, lejos, récord completos de sintonía. Fue el primer programa de deportes en todo el sur de Chile que salió en ese horario”, comenta.
En los ‘90 recibió un ofrecimiento para realizar un programa de una hora de duración en radio Valdivia, donde permaneció hasta principios del siglo 21. Finalmente, en el año 2006, decidió retirarse y dejar atrás los días de radio. Aunque posteriormente, tuvo un fugaz paso por la frecuencia modulada, en Radio Exquisita.
“Yo puse punto final a mi trayectoria radial, como comentarista, como relator, como director de programas deportivos, porque consideré que había cumplido toda una etapa amplia de experiencia. Yo relaté desde un partido de baby fútbol a títulos mundiales de boxeo; relaté remo, básquetbol, fútbol… lo que venia”, indica.


RELATOR ACCIDENTAL Y ORGULLOSO VALDIVIANO

¿Pero cómo fue que este hombre se inició en el relato, comentario y análisis deportivo? “Yo me hice relator en forma accidental, porque en un evento de boxeo, Adolfo Pineda no pudio asistir, y me tocó a mí reemplazarlo para hacer despachos desde el público. No teníamos grabadora, tampoco teníamos las guías como para tirar un teléfono como ahora, entonces había que ir a mirar un poco la pelea, salir corriendo a buscar un teléfono, marcar a la radio y salir con el primer o segundo round. En esa oportunidad vi que había en el coliseo un teléfono que tenía una mirilla por donde podía ver el ring, entonces empecé a relatar la pelea en vez de hacer el despacho. Ahí nació el relator. Fue algo accidental”, recuerda.
Un azar que fue trascendental en su vida. Afortunado sin duda, y él bien lo sabe: “yo he tenido mucha suerte en mi vida, porque me he rodeado siempre de gente muy valiosa, de la cual he aprendido mucho. Tuve un grupo de amigos periodistas fantásticos: Hernán Urrutia, Adolfo Pineda Armstrong, René Uribe Ureta,, Arturo Villalobos… Es decir, siempre me rodeé de gente de la cual había cosas que aprender”.
Otra de las cosas que lo hacen sentir dichoso es haber nacido en Valdivia. Y es que todo lo que tenga que ver con La Perla del Sur le apasiona y le importa a más no poder. Incluso sostiene que “si hubiese un porcentaje de agua en la sangre que corre por mis venas, sería del Calle Calle”.
Es por eso que en la actualidad hay algo que le aprieta el corazón: “encuentro que se ha perdido el orgullo valdiviano, el temple, el sentirnos orgullosos de lo que tenemos, de lo que teníamos, de lo que éramos y de lo que podíamos ser. Fíjate que ya no hay de qué enorgullecerse. Yo creo que en Valdivia, en este minuto, si hay algo que nos opaca, nos achata, es que no tenemos de qué enorgullecernos, sólo nos está quedando la Noche Valdiviana, nos está quedando el hecho de contar con un Centro de Estudios Científicos notable, y nos está quedando la gran lucha que se dieron durante treinta años parea ser región. Pero aparte de eso, no hemos dado otros grandes pasos que nos puedan hacer sentir orgullosos de nuestra ciudad. Se nos envejece la ciudad, y se envejece con toda la actividad deportiva, con la activad cultural, que es horrible lo que esta pasando en este punto: no tenemos ningún escenario para presentar espectáculos artísticos de calidad, nos están saltando nuevamente. Cuando tuvimos el coliseo como gran expresión de un recinto deportivo, pero que al mismo tiempo albergaba la actividad artística, la cosa era distinta, ya que había espectáculos que no pasaban a Osorno ni Puerto Montt, pero se presentaban aquí; ahora nos saltan, sólo llegan a Concepción, Puerto Montt, ni Valdivia ni Osorno. Entonces estas cosas hay que pensarlas y ver por qué ocurren, por qué nos estamos limitando”.

-Don Waldo, ¿con qué rol se identifica más, con el de relator o el de comentarista?
“Mira, el relato me apasiona por lo que se comunica a la gente. El comentario me hace ser un tipo muy responsable sobre lo que estoy diciendo y analizando. Yo diría que la responsabilidad máxima es cuando tú tienes bajo tu responsabilidad directiva o profesional, a otras personas.
Te voy a contar una anécdota casi increíble: yo fui trabajador de un jefe muy especial, yo trabajé al servicio de mi hijo Farian, que ahora trabaja en el Canal 9 de Concepción y en la Radio Bio Bio. A alguien se le ocurrió que él tenía que dirigir el programa deportivo, y yo formaba parte del equipo. Mi hijo no quería y me decía pero papi, cómo vas a estar bajo mi dirección; y yo le respondía no hijo, asume, porque te vas a encontrar con cosas muy especiales a través de tu vida y este es un momento en que tú tienes que tomar la responsabilidad y asumir, esto lo hicieron con otra intención, pero tú demuéstrales cuán inteligente eres y cuán capaz eres. Eso fue en radio Baquedano”.

-¿Dentro de los muchísimas contiendas que ha relatado, ¿cuál ha sido la más memorable?
“Yo creo que fue en un campeonato Provincias del Sur. En ese tiempo los lanzamientos fuera del perímetro de la bomba no eran de tres puntos, y por ahí se me salió algo que después quedó como un símbolo: el famoso ‘Chumillazo’, con los lanzamientos del “Chumilla” (Fernando Ziegele) cuando casi volvimos locos a los osorninos en Temuco. Esto fue por el ‘87, cuando estaba en Radio Baquedano. La otra cosa que pasó y que no la podían creer, pero la hice, fue meter en el relato la publicidad, y en vez de decir doble, sencillamente decía Santa María, porque era el auspiciador. Nos pagaron muy bien esa vez”.

-Cumplió 50 años de trayectoria el 2006, toda una vida ligado a la radio y al deporte, imagino que se sentirá satisfecho con su oficio
“Pasa lo siguiente: cuando solamente se habla de éxitos, la gente piensa que es para auto alargarse, pero yo me siento contento de haber aportado, de haber hecho cosas en beneficio del deporte, en beneficio del desarrollo del deporte”.

-Si pudiera volver el tiempo atrás, ¿cambiaría algo de su vida profesional?
“Lo único que podría cambiar sería, a lo mejor, un cargo donde tuviera atribuciones para crear fuentes laborales para el deporte, pero fuentes laborales en el sentido de que si yo sé que se va a venir una generación de alumnos que van a salir de la Universidad Austral, de la Escuela de Educación Física, hoy mismo ya los preparo -con elección voluntaria de ellos mismos- en su especialidad y les tengo todo un menú de especialización con los mejores técnicos en cada especialidad; así, cuando salgan, los tengo listos, preparados científicamente, preparados en el conocimiento y les tengo una fuente laboral”.

“UNO TIENE QUE TENER LA ILUSIÓN DE SER MEJOR”

-Sé que ha recibido muchos reconocimientos a lo largo de su carrera, ¿cuáles son los más significativos?
“He recibido los reconocimientos y los estímulos más grandes a los que uno pudiera aspirar. La municipalidad de Valdivia me eligió en el año 94 como el mejor comunicador de la comuna. Cuando cumplí 45 años como comunicador se hizo una sesión solemne en la municipalidad y me entregaron un galvano precioso. La gente de todas las instancias deportivas de Valdivia, como el Canal Laboral, la Ucodeval, el Canal Campesino, etc.-, me han reconocido permanentemente. Tengo una medalla de oro entregada cuando cumplí 40 años, en reconocimiento por mis servicios al deporte chileno, del Comité Olímpico de Chile, medalla que me la entregó el entonces presidente del comité, don Sergio Santander. El último reconocimiento valioso, fue el que me hizo el estaff de docentes, alumnos y dirigentes de la Universidad Austral de Chile, de la Escuela de Educación Física de Deporte y Recreación, en que reconocen mi aporte y mi trayectoria. Me siento satisfecho, me siento alagado, me siento feliz de colaborar y de poder seguir colaborando”.

-Está claro que el deporte le apasiona, ¿le hubiera gustado ser deportista?
“Aquí es donde viene la parte trágica de esta entrevista. Cuando tenía diez años fui seleccionado en fútbol, en básquetbol y en tenis de mesa de las escuelas primarias de Valdivia. El 26 de enero de 1946, me atropelló un camión y me amputaron la pierna. Ahí sonó el deportista. Yo entrenaba con los adultos, era muy bueno. A mi padre, Waldo Jara Salazar, le decían ‘el pata bendita’, ya que fue goleador en Valdivia, pero a los veintidós años se lo llevó una empresa -él era diseñador de la fábrica de calzado Pérez en Valdivia- y fue el primer utilero que tuvo el Deportivo Ecuador, en la fundación del equipo de básquetbol. Murió a los 24 años. Pero fíjate tú como son las cosas de la vida, a pesar de todo esto, yo me he proyectado de otra manera, pero mi vida no ha sido fácil”.

-¿En qué está hoy Waldo Jara?
“Mira, yo te diría que tomando casi un año sabático, porque no pienso dejar de trabajar. Mientras tenga la oportunidad de entregar estos años de conocimientos, estos años de experiencia, a lo mejor hasta una forma de pensar, lo haré. La verdad es que uno tiene que tener la ilusión de ser mejor y la ilusión de ayudar. No hay nada que te fortalezca más el espíritu y las ganas de vivir, que cuando tú te sientes útil. Para eso hay que estar en la parada y hay que arriesgar y hay que jugársela. Te juro que si en este minuto a mi me dijera el chico Salazar -que es el presidente de Deportes Valdivia- oiga don Waldo estamos en esto, tenemos esto, nos falta esto otro, cómo lo hacemos, qué se le ocurre a usted, cómo lo hicieron en Deportes Valdivia antes, cómo lo hizo usted cuando era dirigente deportivo… yo lo pensaría porque me parece que puedo aportar algo”.

-¿Y algún proyecto en radio?
“Mira, hay una posibilidad, pero yo no la he buscado en realidad. Pero me encanaría. Si sale alguna cosa y calza con lo que yo quiero hacer, vamos adelante. La cosa económica nunca ha sido una cuestión que a mí me ha descompuesto, no, no; yo me acomodo muy bien: soy bueno para el frío, soy bueno para no tener sueño, soy bueno para el hambre, etc.”.

-¿Cuál es la máxima de vida que lo define de mejor manera?
“No sé si es porque yo lo he aplicado, pero podría decir lo siguiente: nunca dejes de hacer ni decir lo que tengas que hacer o lo que tengas que decir, porque en la duda está el peligro; si tú dudas, no va a faltar una voz o una opinión que sea capaz de confundirte, aquí pensaste y lo dijiste. Eso de elaborar o darle más vueltas, es alambicar las cosas pero no es espontáneo y no es auténtico, y cuando tengas que hacer algo, hazlo, si lo haces y bien hecho, mucho mejor; y si además de bien hecho te sirve a ti y a lo demás, date por satisfecho absolutamente”.


Recuadro
LA EVALUCIÓN DE QUIENES CONDUCEN EL DEPROTE LOCAL

-¿Qué opinión le merece la dirigencia actual del deporte local?
“Encuentro que aquí en Valdivia no se podría hacer un análisis muy profundo de eso. Yo tengo el orgullo y el honor, después de haber terminado toda mi labor como comunicador deportivo, de haber accedido a dos cargos de dirigente deportivo, uno con muy mala suerte porque quedé en medio de una guerra político-administrativa salvaje, como era ser presidente del Consejo Local de Deportes Valdivia, que era la instancia máxima del deporte local; y después fui el miembro histórico del primer Consejo Consultivo Regional del Deporte, cuando se elige al primer director regional de Los Ríos, con Zenén Valenzuela que está ahora, con quien también alcance a trabajar. Pero son organismos casi de muy poca participación y donde las cosas no se discuten realmente. Ahí hay que ir a mirar -los que tienen buena vista- los monitos de colores que te colocan, las estadísticas y todo lo demás, pero uno no tiene prácticamente acceso a definir cosas. Aquí en Valdivia faltan las instancias reales que, solamente con la Ley del Deporte, se pueden hacer, siempre que tú tengas bien organizado un consejo que sea representativo y que sea activo y que resuelva cosas.
En Valdivia estamos trabajando sin planificación. Yo, junto al actual director de la Escuela de Educación Física de la UACh, Jorge Flandes, le presentamos a la gobernadora de la época, la señora Marta meza, un proyecto que aceptó y respaldo. Y sabes tú que tres años antes que saliera aprobada la región, nosotros teníamos esta coordinadora provincial de deporte preparando material para cuando fuéramos región, y no ha servido de nada. Teníamos encuestado todo lo que había en las 12 comunas de la provincia, todo; qué gimnasios había, qué estadios, los que eran al aire libre, los techados, todo. Pero nada de eso ha servido. Se perdió todo eso”.

-¿Literalmente?
“Claro, lo despacharon a Puerto Montt antes que la región saliera y nunca más se ha rescatado. Entonces, si no tenemos orden, estamos mal”.

-Qué nota le pondría, si hubiera que calificar a la dirigencia local?
“Yo diría que en ganas, le pondría de 1 a 10, un 10. En eficiencia creo que hasta un 6, pero tiene una nota muy mala en cuanto a la captación de interés por participar”.

-Sin duda ha estado muy involucrado en el deporte local, ¿qué es lo peor que le ha pasado en estas lides?
“Comprobar la perversidad de la Presidenta de la Asociación de Atletismo, quien me ignoró absolutamente en los dípticos del Latinoamericano de Atletismo (2008 en Valdivia), en forma intencional, impulsada por una soberbia injustificada, ya que incluso el discurso inaugural que pronunció, lo redacté yo mismo. Eso duele, pero se aprende que la mediocridad siempre aflora y algunas personas la llevan en la sangre”.

“PARA SER POLIÍTICO HAY QUE PERTENCER A UNA RAZA DISTINTA”

-Usted es exonerado político, imagino que tiene una tendencia concertacionista
Bueno, yo me la jugué entero, y no voy a negarlo nunca, por Salvador Allende. Yo encuentro que Salvador Allende es un ejemplo de arrojo, de consecuencia entre lo que se dice y lo que se hace, y entre lo que se piensa y lo que se desea hacer. Muy consecuente siempre. Pienso que muchos jóvenes deberían documentarse, porque no fue solamente un líder político, en la universidad fue el mejor alumno y como médico trato de ser el mejor. Es decir, una superación en cada una de las instancias en que estuvo, que es lo que tiene que hacer la gente”.

-¿Militó en algún partido político?
“Sí. Bueno, es que yo desde muy chico me crié en un ambiente político. En mi casa, mi padre dos –no me gusta la palabra padrastro, encuentro que es más calido decir mi segundo padre-, que fue muchos años regidor de valdivia, nos mantuvo en ese ambiente”

-Y en qué partido
“En el Partido Democrático, y después un poco más a la izquierda, bien a la izquierda”.

-¿Y nunca pensó en una carrera política, ya que tiene el plus de las comunicaciones y el reconocimiento de la gente?
“Me ofrecieron en una oportunidad ser candidato a concejal, con muy buenas posibilidades, en una lista muy pero muy abrigadita, y no quise hacerlo”.

-¿Por qué razón?
“Porque para ser político hay que pertenecer a una raza distinta. Yo no puedo estar con una persona hoy y declararlo mi enemigo público número uno, pero si mañana, a la hora de almuerzo a cambiado de opinión, ése es mi mejor amigo de la vida. No puedo hacerlo. Hay que tener un cuero muy duro y hay que aprender a mentir con inteligencia, y eso lo hacen solamente quienes tienen clarito como pueden sacar partido de los partidos, para su partido personal, que es el mismo. Yo no digo que hayan políticos que no tengan una sincera vocación de servicio público, deben haberlo, pero me cuesta encontrarlos”.


EL FUNCIONARIO MUNICIPAL

Pero no todo fue radiodifusión, don Waldo también se desempeñó como funcionario municipal. “En 1959, yo diría que por influencia de algunos amigos y del entonces alcalde de Valdivia Luis Daman Asenjo, ingresé a la municipalidad como secretario, con sueldo de obrero, en la oficina del abogado municipal, Aldo Morales Silva. Recuerdo que con el terremoto quedó el desparramo, y ahí me tocó una labor muy ingrata y dolorosa, que era recopilar y tratar de salvar los libros de la Biblioteca Municipal, hacer un archivo, un recuento, ordenarlos y ver qué había y qué era lo que realmente servía”, señala Jara, quien además en su rol municipal, tuvo ingerencia en la organización de varias actividades culturales realizadas en la ciudad, destacando la presentación en 1972 del ballet ruso en el coliseo municipal.
También participó activamente en la organización de la Asociación de Comunicadores Deportivos (ACODEP), en el Departamento de Tránsito, Oficina de Partes, recaudador del matadero, administrador subrogante del Mercado Municipal y bibliotecario de la entidad.

GESTOR DEPORTIVO

Waldo Jara fue dirigente del Deportivo Iris Comercial y del Deportivo Liceo, en basquetbol. Además fue secretario de la Comisión de la Asociación de Atletismo, que fue fundamental en la construcción de la pista sintética en el estadio El Parque, ubicación que, sin embargo, nunca compartió, ya que “se perdió la oportunidad de crear con su construcción un complejo atlético”, comenta don Waldo. También las ofició como presidente del Comité Organizador del Súper Gran Prix Latinoamericano de Atletismo, en marzo de 2008, con motivo de la inauguración de la pista sintética, donde concurrieron 11 países”.