Gimnasio de Las Ánimas: Historia a ‘tablero vuelto’
El recinto, tutelado
por el Club Deportes Las Ánimas, posee una larga historia de vítores e insignes
‘batallas’. Múltiples generaciones han presenciado y participado de encuentros
deportivos, culturales y comunitarios, entre muchos más. Punto de encuentro y
referencia de sus residentes. “Siempre que las organizaciones del barrio
necesiten el espacio, buscamos la manera de poder acomodar los horarios para
que los vecinos, la comunidad, tengan la oportunidad de realizar sus
actividades”, indica Lorenzo Lorca, secretario del CDA.
El 2010 producto
de un inesperado y trágico siniestro quedó hecho cenizas, sin embargo, producto
de varias gestiones y luego de cinco años, se levantó y ‘volvió a las canchas’
con más ímpetu que nunca.
Cotidiano día
en el añoso barrio, para variar, la lluvia se deja caer en esta fría primavera,
lo que no impide la convocaría habitual del representativo gimnasio, en este
caso, un entrenamiento sub 15 de los temidos ‘fantasmas’. Los rebotes resuenan como
eco de su henchida historia, aquella que se gestó, literalmente, a puro ‘punch’.
En el entrepiso, José Méndez y Lorenzo Lorca -presidente y secretario del club
respectivamente- recapitulan los episodios más relevantes de este emblema animeño.
“Este gimnasio
partió, prácticamente, en 1960”, señala de entrada Méndez. “El club existía con
otro nombre desde 1942 –continúa- pero después del terremoto, don Tito Muñoz, militar
y secretario en ese tiempo de don Alfonso Cañas Ruiz-Tagle (jefe de la IV
División de Ejército de la época), en una conversación este último le dijo: ‘oye
Tito, por qué no se unen todos los clubes de Las Ánimas y hacen un gimnasio
para que todos, yo les puedo conseguir una estructura metálica que tenemos en Santiago
y ustedes lo arman y hacen todo lo que sea necesario para levantarlo’. Y así
fue cómo partió. Llegó la estructura y luego empezó la gente de ese entonces a
trabajar en pos del gimnasio que, trágicamente, el 21 de abril del 2010 se
quemó. Las personas de esos tiempos eran muy trabajadoras y querían mucho a su
barrio, ocupaban su tiempo libre para para trabajar, sobre todo la gente del fútbol.
Se hacían fiestas para el 18 de septiembre, para Año Nuevo, todo para juntar
fondos para terminar el recinto. Unos verdaderos trabajadores del deporte de
esos tiempos. Tito Muñoz fue secretario toda la vida del Club Deportes Las
Ánimas, desde que partió con el boxeo hasta que murió. Por eso los socios propusieron
ponerle el nombre de Luis Alberto Muñoz Barría, el hombre que las hacía todas”.
El CDA se
organizó en 1960, pero su vigencia y personalidad jurídica datan de mucho
antes. “En 1942 existía el Club Deportivo Unión de Las Ánimas con el fútbol, y
también con El Fernandito Boxing Club, y había además competencia de rayuela. Con
esa base se creó Deportes Las Ánimas, posteriormente con básquetbol y ciclismo.
Recuerdo que la primera directiva de esa época la encabezó don Sergio Cañas Ruiz-Tagle
-hermano de quien era en su tiempo general de División y jefe de Plaza para el terremoto-
un animeño del sector de Santa Elvira; don Tito Muñoz, secretario permanente,
más un grupo de vecinos que algunos todavía existen. A través del tiempo fueron
cambiando de dirigentes, pero siempre hubo vecinos bastante conocidos del barrio,
como por ejemplo, don Raúl Gayoso. Nací en el barrio y mi papá también fue
dirigente de Unión Las Ánimas, del club de fútbol que había. Yo tenía como 5
años cuando comencé a ir a las canchas de fútbol, cuando había que arreglarlas,
meterle mano. Al principio el gimnasio tenía cancha de tierra, después de
cemento, luego de madera, y con el tiempo su propia galería. Antes eran las
cuatro paredes y la canchita, pero de a poco se fue transformado y mejorando. A
un par de años se levantó la estructura del recinto, que eran pilares metálicos
y con el tiempo se fueron cubriendo y se le fue dando forma al gimnasio con una
techumbre semi redondeada que por años tuvimos”, recuerda Lorenzo Lorca.
Agrega que “El
gimnasio todavía no existía y se hacían ramadas al interior del recinto para
Fiestas Patrias con el afán de juntar dinero para ir pensado en construirlo
algún día, y se logró. Se logró cubrirlo de a poco, porque fue un tema de
varios años, mientras se juntaban los fondos para poder seguir armándolo. Es una
linda y especial historia”.
PARTE DEL ADN
ANIMEÑO
Centro deportivo
en el que además se realizan actividades de toda índole, directamente
vinculadas a los vecinos y a la comunidad en general, presentando, desde
siempre, un rol social muy relevante. Así lo da a conocer don José, quien
enfatiza que “aquí se hacen muchas actividades. Nosotros le prestamos el
gimnasio, por ejemplo, al Cesfam, que tiene un grupo de gente que viene a trabajar
en las mañanas; también el IND tiene un grupo de la tercera edad con los cuales
trabajan aquí. Cuando alguien lo necesita para alguna reunión, el club está
abierto a facilitarlo. Colaboramos también con la Escuela N° 39, en fin, muchas
personas y entidades del barrio y de otros sectores vinculados al gimnasio. Se
hizo acá el Consejo Regional de Desarrollo del barrio Las Ánimas, donde había
gente del deporte y de las juntas de vecinos, y se hicieron muchas cosas. Hubo
un encuentro de escritores, estuvo la Orquesta de Cámara de Santiago, y muchas
cosas muy importantes”.
A su vez, el secretario del club manifiesta
que “desde muchos años se comenzaron a realizar las actividades de la Semana Animeña,
del aniversario del barrio. La elección de la reina y el baile de aniversario eran
en el gimnasio, velada muy animeña, con gente del barrio, artistas y
competencias. Para qué decir las competencias de boxeo, los campeonatos de barrio,
actividades sociales. Siempre que las organizaciones del barrio necesiten el
espacio, buscamos la manera de poder acomodar los horarios para que los vecinos,
la comunidad, tengan la oportunidad de realizar sus actividades, y eso ha sido
siempre algo.
EL ACIAGO INCENDIO
No cabe duda que
al traer al presente las vicisitudes de la creación y consolidación del
gimnasio, que el incendio que lo consumió por completo fue una tragedia que mortificó
a todo el sector. Un fuerte golpe que en principio fue impensado volver a
edificar.
“Eso fue
terrible -expresa emocionado Méndez-, me mató la vida. Yo estuve aquí el día
antes y se había hecho un arreglo, habíamos techado. Ese día estaba el gimnasio
lleno, con chicos jugando básquetbol, boxeo, y en la entrada las señoras del barrio
tenían un baile entretenido. Estaba lleno de vida. A las 5 de la mañana me avisaron
y no lo podía creer. Llego acá y los bomberos estaban tirando agua donde se
ubicaba el aro, después me sacaron del gimnasio y ahí lo vi desplomarse. Se
perdió todo, la historia, las fotos, los trofeos. Fue espantoso. Reconstruir
era imposible, y por ahí me dijeron que el intendente Juan Andrés Varas me iba
ir a ver. Estaba el intendente con el gobernador y me dice: ‘don José, esto sí que es una desgracia’, y
yo dije: ‘para nosotros levantar esto es imposible
como club’; a lo cual respondió: ‘lo
vamos a ayudar, pero seguramente no va a salir de una vez y lo vamos a hacer
por etapas, pero nos comprometemos a reconstruir el gimnasio’. Antes que se
quemara el gimnasio era el punto de encuentro de todos los animeños Teníamos
acá un techito donde los vecinos venían a conversar. La gente antigua recuerda
el gimnasio de esa manera, como punto de encuentro principal del barrio”.
Un lustro
después renació y volvió con nuevo semblante y más brío. “Pasaron muchas cosas
entre medio, pero lo bueno fue que se hizo, y no se hizo como el intendente
pensaba en dos o tres etapas, sino que tuvimos suerte, porque nos habían dado
600 millones y con eso no se hacía nada, de hecho, nadie se presentó a la propuesta.
El gimnasio costaba 960 millones y al final terminó en 1.200 millones. Todas las
autoridades de entonces ayudaron para su concreción. Nosotros igualmente trabajamos
mucho y logramos tener este gimnasio que hoy día es una joya”, cuenta el
presidente de la entidad.
Renovado
gimnasio, con implementación a la altura de las
competencias y que les ha permitido cosechar nuevas victorias. “El piso
es importantísimo, y nuestro presidente se las jugó, porque si íbamos a tener
un gimnasio dedicado especialmente al básquetbol, era fundamental que tuviera
las necesidades y requisitos de una cancha oficial. De ahí se fue ajustando a las
medidas oficiales y se logró que el gimnasio pudiera competir como cualquier
recinto, que es el nivel en el que compite Las Ánimas hoy. Eso significó hacer
algunas modificaciones, pero que estaban dentro de las posibilidades: cancha
reglamentaria, tableros de vidrio, espacio necesario. Tiene una capacidad para 400
a 500 personas en el ámbito basquetbolístico, ya que en actividades de otras
características hay otra forma de hacer llegar más público. Importantísimo lo
que se logró, porque cualquier club puede competir en actividades de liga mayor.
Tenemos camarines en buenas condiciones, y el boxeo sigue teniendo su espacio en
el mismo lugar donde existía en el antiguo gimnasio. Un recinto bastante
funcional, donde se han ido provechando bien los espacios, porque debajo de las
tribunas está la sala de acondicionamiento físico con todos los equipos que
hemos logrado instalar”, finaliza el secretario del Club Deportes Las
Ánimas.
CLUB DE
GRANDES LOGROS
“Gracias al gimnasio el barrio puede tener un
club que alberga a muchos deportistas. Hoy debe haber unos 230 inscritos en
básquetbol, entre los 6 años hasta los 17 en menores, después están los sub 23
y los adultos Y con el equipo semi profesional de básquetbol adulto, Liga
Nacional, logramos que nuestro barrio se hiciera conocido a nivel nacional y
también internacional, porque el 2018 salimos campeones de la Liga Nacional y
jugamos un campeonato a nivel americano donde anduvimos muy bien. Entonces, le
hemos dado prestigio a Las Ánimas. Es un club de barrio, como el mejor del
centro, porque siempre estamos con algún deporte arriba. Son pocos los clubes a
nivel nacional que tienen cinco ramas deportivas, que tiene un gimnasio, una
cancha de fútbol. Boxeo, fútbol, básquetbol, tenis de mesa, y rayuela” comenta
orgulloso José Méndez, presidente del CDA.