Jorge Cristóbal Barría, el comunicador valdiviano y sus más de 30 años cubriendo el Festival de Viña del Mar

"HE TENIDO EL PRIVILEGIO DE CONVERSAR CON PRÁCTICAMANTE TODOS LOS ARTISTAS QUE HAN IDO A VIÑA"

Llega la segunda quincena de febrero y mientras en Valdivia se recogen diariamente gruesas cantidades de challa de la plaza de la república y alrededores -vestigio de un celebrado cumpleaños de la Perla del Sur- , a unos 900 kilómetros al sur se abren los fuegos del certamen más importante y glamoroso de la Ciudad Jardín: el Festival de Viña de Mar. Ahí, por ya más de 30 años y de forma ininterrumpida, Jorge Cristóbal Barría forma parte de la prensa acreditada que cubre el evento de carácter internacional.

Este conocido hombre de las comunicaciones ha reporteado por casi 30 años los pormenores del Festival para diferentes medios locales y hasta internacionales. La radio Baquedano fue la primera emisora donde hizo enlaces desde la ciudad del mar, luego la Austral, posteriormente una radio de Puerto Montt, y también despachó para las radioemisoras RBC y Excelsior de Perú. En la actualidad -y hace 16 años- las oficia como corresponsal del certamen en su propio medio de comunicación radial: Genoveva FM.
Barría ya es un personaje conocido dentro de la prensa acredita que cada año trabaja en el evento musical del verano, y se le ha visto, incluso, dando una que otra cuña para medios radiales y televisivos referente a algún episodio sabroso.
“Yo partí haciendo radio en octubre del año setenta y ocho en radio Baquedano, haciendo un programa juvenil que se llamaba Intensidad 200, y dentro de ese programa yo difundía mucha información del quehacer artístico de aquella época, por lo tanto, se me ocurrió ir a Viña del Mar costeando mi pasaje en el año ochenta y uno. Estuve una semana allá y fue una experiencia muy bonita, diría yo, la más importante que se ha realizado, toda vez que vinieron figuras como Julio Iglesias, José Luis Rodríguez, Miguel Bosé, KC & The Sunshine Band, figuras que nunca se han vuelto a reunir. Fue una bonita experiencia”, recuerda Barría su primera incursión en el Festival de Viña del Mar, con tan sólo 20 años.

-¿Cómo fue llegar a cubrir en aquel entonces un festival muy potente que acaparaba las miras de todos los chilenos, ya que era ‘EL’ evento de entretención del país?
“De ver solamente los espectáculos en el Coliseo Municipal como Reina de Los Ríos y el otrora Festival de Los Paraguas, a llegar a un escenario con la concha acústica de la Quinta Vergara, fue algo que me marcó. Fue un golpe bien fuerte poder ver un espectáculo de esa envergadura y de ese nivel”.

-¿Cómo es el ambiente para quienes cubren este acontecimiento?
“Bajo la Quinta existe una carpa gigante donde están todos los periodistas acreditados, a todo esto es súper difícil conseguir una credencial, de hecho he estado cubriendo el Festival sin credencial, pero he logrado entrar porque tengo algunos contactos. Es un ambiente rico porque existe una unión muy especial con los colegas de los distintos medios, tanto de Chile como del extranjero. Ahí tenemos la posibilidad de tomar una bebida, compartir un plato de tallarines de las empresas que se promueven, un pisquito sour, un vinito… Hay muy buena atención de muchas empresas debajo del escenario hacia la prensa. Nos apoyamos mutuamente entre los colegas y existe una buena colaboración”.

-Siempre se ha hablado o a trascendido que una vez que termina una noche festivalera comienza lo bueno...
“Termina la transmisión del Festival, y en este caso cuando se hacía en el Hotel O´Higgins, todos los artistas llegaban ahí a tomarse un traguito, a comer, a participar de una convivencia en el bar del hotel. Después de eso todos se iban a la disco que existía en el establecimiento y ahí se compartía con la prensa y con los artistas hasta altas horas de la madrugada. Se vivía un ambiente de buena onda, de amistad, y ahí uno tiene la posibilidad de poder acceder a muchos artistas y mucha gente que durante el día, a veces, por el tema de las conferencias y el protocolo que existe no podías tener acceso directo. Se pasa muy bien”.

-Harto ‘carrete’ dicen, ¿es tan así la cosa, cómo se portan los artistas?
“Bien, algunos toman más de la cuenta y se quedan hasta las seis o siete de la mañana y se acuestan bastante malitos, pero es parte de lo que no se ve en televisión. Los más carreteros, a ver... Miguel Piñera se acostaba al otro día, algunos grupos internacionales como Kool and The Gang también; los humoristas son buenos para la noche y el carrete, como Dino Gordillo que se quedaba hasta tarde; recuerdo también a Hermógenes con H, de hecho tengo una foto donde está curado durmiendo. Los humoristas, en general, son buenos para el carrete”.

“ESTO ES PARTE DE UNO Y REALMENTE NO DEJARÍA DE IR”

-¿Cuál ha sido a su juicio el mejor Festival?
“Para mí, por la calidad de los artistas, sin duda el del año ochenta y uno. Hubo otros igual que fueron buenos en cuanto a atención a la prensa y grandeza, como el del primer año que lo tomó Megavisión, ya que en ese año hubo bastantes recursos que los puso la televisión azteca, el canal donde estaba Raúl Velasco. Fue una inauguración espectacular, con un cóctel a otro nivel, nunca vi una cosa similar. Fue muy bueno para la gente que cubría el Festival”.
-Ha tenido la posibilidad de entrevistar a muchos artistas, ¿cuáles han sido los más famosos y cómo se comportaron con usted?
“Luis Miguel, José Luis Rodríguez, Julio Iglesias, Kool and The Gang, Harry Wayne Casey, Celia Cruz, Franco Simone, entre los que recuerdo, y todos los artistas nacionales.
José Luis Rodríguez diría yo que fue uno de más fácil acceso, muy simple para llegar a él y para contactarse, muy simpático. Julio Iglesias también, pese a que en aquel tiempo era una gran estrella, recuerdo que me tocó abordarlo en una oportunidad a la salida del programa que hacía Juan Guillermo Vivado (Aquí Hotel O’Hiiggins), ahí aparecí yo y le pedí una entrevista y me la dio sin ningún problema y con mucha sencillez. Luis Miguel es difícil, pero yo tuve la suerte de conversar con él, pero gracias a una mentira que nos mandamos con un colega y que nos ayudó a hacerla. Celia Cruz era una mujer simpatiquísima, muy sencilla, una mujer del pueblo, muy simple.
He tenido el privilegio de conversar con prácticamente todos los artistas que han ido a Viña, al único que no entrevisté, fue a Ray Conniff, que ya falleció, pero al resto, casi a todos”.

-¿Y los más pesaditos a nivel nacional?
“Alberto plaza es medio pesado en persona, uno llega y no pesca mucho. Fernando Ubiergo cuando partió era muy simpático, pero después cuando fue famoso se puso más pesadito, pero ahora que ya no es tan famoso volvió a la sencillez. Hernaldo era un tipo muy sencillo, un cabro muy simpático”.
-Y qué hay del referente absoluto e icono de la Quinta, Antonio Vodanovic... ¿ha conversado con él?
“Todos los años. Él es una persona muy sencilla, de hecho yo lo presenté junto con Don Francisco en el Coliseo en una Teletón hace un par de años, los anuncié a los dos ahí. Conozco a Antonio desde que estaba comenzando en la televisión y yo comenzando en la radio, porque él vino muchas veces a animar el show de la Reina de Los Ríos. Cada vez que me encontraba en el Festival de Viña me saludaba, y en alguna oportunidad, mientras él tomaba desayuno, yo me sentaba a su lado y compartíamos un rato... hola chico ¿cómo estás?, me decía. Es una persona muy sencilla y que tiene una muy buena disposición con la gente de los medios de comunicación”.

-¿Cuál es el motivo que lo lleva cada año a cubrir el certamen?
“A mí siempre me gustaron los medios de comunicación, siempre me gustó la radio. Yo partí animando en el colegio cuando tenia diecisiete años, era el animador del colegio Alemán en todos los actos. Fui a la radio Baquedano a pedir una oportunidad y me la dieron y ahí partí con el tema hasta el día de hoy. Me gusta mucho lo que es Viña, como así también me gusta mucho lo que es la Teletón donde también he ido por más de quince años. Espero seguir yendo a este evento del verano hasta que tenga salud”.

-Don Jorge, ¿Qué significa para usted el Festival Internacional de Viña del Mar?
“Es parte de mi vida, porque por casi treinta años he estado todos los meses de febrero allá. Esto es parte de uno y realmente no dejaría de ir porque aparte de la oportunidad de ejercer un trabajo en un evento de esa naturaleza, es una semana donde tienes la posibilidad de compartir con mucha gente de los medios, de lograr notas y de distraerte un poco también, con la belleza de lo que es la Ciudad Jardín. Me sirve en el fondo como unas pequeñas vacaciones, porque en el año no tengo vacaciones. Voy a Trabajar y aprovecho de relajarme un poco, cosa que disfruto mucho. Es parte de mi vida”.

TODO VALE A LA HORA DE ENTREVISTAR AL “SOL DE MEXICO”
“Luis Miguel es muy difícil de entrevistar, prácticamente nadie ha logrado llegar a él, a su pieza en el Hotel O´Higgins cuando venía. Yo con otro colega entramos a hacerle una entrevista y fue por pura patudez. Resulta que llegamos a su habitación, tocamos la puerta y nos abrió el representante, quien no nos conocía, pero le envolinamos la perdiz diciéndole que habíamos hablado antes con él; nos atendió muy bien y nos invitó a pasar a la pieza y logramos una excelente nota para Valdivia. En ese tiempo yo estaba en la radio Austral y mi colega era de una emisora de Angol, pero lo de nosotros fue toda una confabulación para convencer al representante de que nosotros éramos importantes como medio, y el tipo creyó en nosotros y jamás nos había visto.
Luis Miguel se portó muy bien con nosotros, pero cuando se enfrenta a la prensa en general, en una conferencia, es un tipo totalmente diferente”.