Almas Gemelas

AL CONOCER LA HISTORIA DE PATRICIO YÁÑEZ Y PATRICIA SÁNCHEZ NO CABE OTRA PALABRA PARA DEFINIRLA QUE, EXCEPCIONAL. LLEVAN 32 AÑOS DE MATRIMONIO Y SE LES VE TAN ENAMORADOS Y COMPROMETIDOS, QUE DESPIERTAN ADMIRACIÓN. CAMINAN POR LA VIDA DE LA MANO, CÓMPLICES, CERCANOS Y UNIDOS POR UN SENTIMIENTO PURO, HONESTO Y VERDADERO QUE, COMO ELLOS MISMOS SEÑALAN, “TRASUNTA LA PROPIA VIDA”.
ESTA PAREJA, QUE ANTE DIOS JURÓ VIDA EN COMÚN HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE, COMPARTE CON TEMPORADA LAS IMÁGENES E IMPRESIONES DE SU ETERNO ROMANCE.


Corría el año 1977 y Patricio Yáñez llegaba de Santiago a Puerto Montt a cursar la carrera de Técnico en Turismo en la Universidad Técnica del Estado. Y en una tarde cualquiera, mientras acompañaba a un amigo a buscar pensión, dieron con la casa de la madre de Patricia, que ofrecía, justamente, lo que precisaban. Ahí, por primera vez cruzaron sus miradas, y según cuentan, “hubo una conexión especial e inmediata”.
De ahí en adelante Yáñez, absolutamente prendado de esta agraciada sureña, buscó uno y otro pretexto para verla, hasta que en una jugada maestra consiguió una vacante en la pensión de quien más tarde sería su suegra. Ya en el mismo hogar, y con el amor en el aire, sólo faltaba sortear un pequeño detalle: Patricia estaba pololeando. Cual ladrón de corazones, el estudiante de turismo, luego de eternas caminatas y fecunda conversación, conquistó a su amada. Tres años después, contrajeron el vínculo sagrado y unieron sus corazones y sus vidas por siempre jamás.
En 1996, por razones de trabajo arribaron a Valdivia, donde han formado su hogar.


“La primera vez que la vi, al entrar en el umbral de la puerta, pude observar un par de ojos únicos. Me enamoré de sus ojos y hasta el día de hoy es lo que me encanta más. Me pasó algo muy curioso… yo en esa primera mirada sentí una cosa muy distinta de lo que había podido ver en cualquier otra mujer, había algo muy especial, por lo menos de mi parte hace ella. Olía, no sé si ha definitivo en ese minuto, pero a algo muy sólido, muy estable. Fue un enamoramiento inmediato”. Patricio Yáñez

“Nosotros decimos que tenemos un matrimonio de a tres. Nosotros nos casamos y hemos puesto siempre al Señor en el medio. Yo creo que es la gracia de Él que nos ha mantenido juntos, no creo que haya otra cosa y tampoco creo que haya otro ingrediente más importante. Nunca dudamos que nos queríamos casar por la iglesia y desde siempre sentimos esa presencia de Dios en nuestro matrimonio, y hemos vivido cosas muy lindas y cosas muy dolorosas, pero siempre hemos estado con Él en un vínculo muy fuerte”. Patricia Sánchez.


“Yo creo que el matrimonio se construye todos los días como algo nuevo, el acostumbramiento es uno de los peores enemigos en una proyección de una pareja que se ama. Hay que redescubrir todos los días esa misma relación, pintarla de color nuevo cada día, y bueno, hay elementos que también contribuyen a eso: la franqueza, la verdad, la honestidad, la tolerancia; pero sobre todo teniendo claro que uno se entrega a una persona para sierpe, como un proyecto de vida eterno que a mi entender trasunta la propia vida, mucho más allá de ella”. Patricio Yáñez.

“Yo siempre le he compartido a mi compañera que creo que en la otra vida nos vamos a reconocer como almas gemelas, en un estado de vida distinto, como nuestro Señor lo plantea, pero que nos vamos a reconocer como tales. Yo siento que nuestra relación tiene ese origen en lo que es el amor de Dios y, por lo tanto, tiene una fuerza muy potente. Somos muy compinches por lo demás, sentimos la necesidad de estar juntos, sentimos la necesidad de compartir las cosas y eso ayuda mucho a la comunicación”. Patricio Yáñez.


DE LA MANO POR LA VIDA
“Caminamos de la mano hasta el día de hoy por una necesidad de estar en contacto, y esto tuvo su origen en una pequeña anécdota en ese tiempo en que nos conocimos en puerto Montt: caminando vimos una pareja de ancianos que ya doblaban las espaldas y con surcos en la cara, pero estaban caminando de la mano; eso nos llegó muy al fondo del corazón y lo único que nos dijimos mutuamente es que queremos llegar así, queremos, ojalá, llegar a viejitos tomados de la mano, porque creo que es la mayor expresión visible y palpable que el amor puede entregar. Por eso seguimos tomados de de la mano, no para emular a esos ancianos, sino porque sentimos que existe esa conexión, aparte de amor, en términos de apoyo, de compañía, de tacto”. Patricio Yáñez.

“Llevábamos más de dos años juntos y un día Pato me dice ¿te quieres casar conmigo? y yo le digo que sí. Y él me dijo: ¿quieres tener un proyecto de vida conmigo?, porque yo compré unas argollas que son muy sencillas, de plata. Fuimos a la capilla Francisco de Sales, que está al lado de la catedral de Puerto Montt y me dice hagamos nuestros votos para siempre, y ahí nos entregamos estas argollas e hicimos nuestros votos de matrimonio para siempre. Lo hicimos los dos solos, arrodillados ante Dios, cuando aún no teníamos la mayoría de edad, que en aquel entonces era a los 21 años. Esa vez, antes del casamiento oficial, y sin que nadie supiera, fue donde hicimos nuestros votos para toda la vida”. Patricia Sánchez.



PROFESIÓN
Ambos estudiaron Técnico en Turismo en La universidad Técnica del Estado en Puerto Montt. Patricio Yáñez fue Director Provincial de Sernatur de Valdivia, y en la actualidad se desempeña como profesional de la Unidad de Territorio y Medio Ambiente de Sernatur Los Ríos.