JUANITO "MOLOTOV", PARTE DEL INVENTARIO PINGÜINO

GENERACIONES DE ESTUDIANTES Y FUNCIONARIOS HAN CONOCIDO A ESTE CARACTERÍSTICO PERSONAJE QUE HA HECHO DE LA AUSTRAL, PRÁCTICAMANTE, SU HOGAR. SIN SER EMPLEADO NI ALUMNO, COMENTA QUE SON MUCHOS LOS AMIGOS QUE TIENE EN EL CAMPUS ISLA TEJA, DONDE EL CARIÑO HACIA SU PERSONA SE SIENTE EN CADA RINCÓN.
HASTA HACE UN PAR DE AÑOS VIVÍA BAJO EL PUENTE CALLE CALLE, Y HOY, GRACIAS A LA GESTIÓN DE MUCHOS DE SUS CONOCIDOS DE LA UNIVERSIDAD, TIENE SU CASA PROPIA.

Juan Asencio camina tranquilo por la Universidad Austral de Chile en una soleada tarde de abril. Casi como de costumbre, aproximadamente a las 13.00 horas se apresta para ingresar al casino grande, justo al frente del gimnasio, donde almuerza todos los días gratuitamente.
La mayoría de los alumnos con que se topa lo saludan cariñosamente; un buen apretón de manos y hasta abrazos se divisa mientras recorre el lugar en busca de un asiento desocupado. Claro que el apellido Ascencio no se asocia mucho a su persona, incluso en quienes lo conocen de manera más cercana, es el apodo de Juanito “Molotov” con el cual se siente más identificado. “Pero es sólo a modo de broma”, señala, ya que se encuentra una persona totalmente pacífica, aunque deja entrever que más de algún inconveniente tuvo en el pasado. “Es que ese apodo me lo colocaron por las marchas estudiantiles, donde yo siempre he estado apoyando a los compañeros. Incluso en los tiempos de la dictadura andábamos con los cabros, donde más de alguna vez hice alguna lesera que prefiero olvidar. Hoy en día soy una persona totalmente tranquila y buena”, explica.
Juanito “Molotov” es todo un personaje en la UACh, aunque no recuerda con exactitud cuándo fue la primera vez que pisó la Austral, que es para él uno de sus lugares favoritos, y que conoce casi como la palma de su mano. Si no está en el Casino, es la DAE, o alguna facultad, especialmente la de Filosofía y Humanidades, y aunque no forma parte del alumnado pingüino, está metido en todas: “hace poco me saqué una foto con los chicos nuevos, con los del CREA, incluso con los de la Federación de Estudiantes ahora estamos organizando bien las cosas”, cuenta. Y las actividades de inicio de año académico en la Teja tampoco podían estar ausentes. Comenta que estuvo participando de ellas, especialmente en la “fiesta mechona de la UACh”.
Pero de lo bueno también a lo malo. Juanito tiene voz firme para subrayar lo que a él le parecen problemas serios de su amada universidad: “veo que hay varios problemas como los del crédito y recursos. Yo sé que volviendo una presidenta se van a solucionar éstos, especialmente el tema del lucro en las instituciones. Pero los chicos están en pie de guerra y creo que tienen que seguir las movilizaciones donde por supuesto también estaré presente”.


DEL PUENTE A SU CASA NUEVA Y, A LA ESCUELA
Cuenta que uno de sus grandes anhelos sería poder estudiar en la UACh, pero paso a paso. De hecho la Escuela Nª 3 lo tiene entre sus alumnos, ya que hace un tiempo se propuso sacar su 4º medio. Acota que no ha sido fácil, pero que de a poco lo está logrando y es una meta que “tengo que superar. Hasta los chicos me dicen que estoy cambiado, que tengo que seguir estudiando nomás”.
Incluso no se achica y enfatiza que sería un sueño poder estudiar en lo que él define como “mi universidad”. “Me llama mucho la atención los chicos que trabajan en radio –en alusión a la Escuela de Periodismo-. Me gustaría poder seguir eso”.
Al cambio de la educación de Juanito se suma el de la casa propia. Por largos años vivió en situación de calle y deambulaba de sector en sector con alguna ayuda mínima. “Yo pasaba los inviernos así no más. Con todas las lluvias y fríos que hace en Valdivia, solía andar en pura camiseta y viviendo debajo del puente, donde incluso fui víctima de asaltos y robos. También un tiempo el Hogar de Cristo me ayudó harto con alimentación y techo. Sin embargo en el Gobierno de la ex presidenta Bachelet me dieron mi casita propia, donde muchas personas ayudaron para que esto sucediera, situación que me tiene muy, pero muy contento”.
Alegría que trasmite Asencio cada día en su paso por su adoptiva casa de estudios superiores, que recalca como “suya”. Sin importar si llueva o truene, lo más seguro es que Juanito “Molotov” siga estando al frente de alguna próxima marcha estudiantil o en algún lugar del casino de la UACh donde ya es uno más de los chicos.