Club de Remeros Centenario: Más de 100 años surcando los ríos de Valdivia.

Junto al puente y río Calle Calle alza su amplia infraestructura, albergue de infinidad de remeros que han vestido sus colores en competencias de ‘todos los tiempos’. Una gran familia anidada en Las Ánimas, que hoy continúa el legado y espíritu de sus predecesores.   

               Plantel de triunfos y también de valores: “aquí no solamente formamos deportistas, sino que también formamos personas”, señala Mariana Fierro, actual presidenta.  

 

Nació a la vida institucional el 25 de marzo de 1910, como una imperiosa necesidad de la juventud de entonces con anhelos náuticos. Se dice que el nombre proviene de la celebración de los 100 años de la emancipación histórica de la patria y el nombre del primer bote competitivo que construyó el socio Pedro Freire, ‘Libertad’, también en alusión a la fecha mencionada.  

               Su primera directiva estuvo compuesta por Abelardo Bórquez, presidente; Paulino Aguilar, vicepresidente; Germán Díaz, secretario; Osvaldo Lorca, prosecretario; Abelardo Lorca, tesorero; y Rafael Aguilar, protesorero.

               Actualmente el club cuenta con 45 socios y acoge a 130 remeros de todas las categorías en espaciosas instalaciones que llegan hasta la orilla del río. “Tenemos una amplia implementación que hemos conseguido a través de proyectos, porque nosotros debemos tener resultados para poder obtener recursos. Contamos con maquinaria de ejercicios y botes, gracias a la adjudicación de proyectos que proviene del Estado. En las dependencias están las La salas de ejercicios, la caseta de botes, el comedor, camarines, baños. Nuestros objetivo principal, en este sentido, es la infraestructura, nosotros tenemos un tremendo desafió como equipo para renovar el techo del club; eso es lo que se nos viene ahora, y lo podemos hacer como proyecto, o como se dice, a puro trabajo”, explica Mariana Fierro.   

               Con respecto al material de remo y cuerpo de profesores, Liliana Medina, tesorera, cuenta que “tenemos una gran cantidad de embarcaciones, de hecho, el año pasado nos adjudicamos un proyecto donde recibimos una flota de botes nuevos: un ocho, cuatro singles, y dos cuádruples. Tenemos cuatro entrenadores en este momento: don Alejandro Otero, que es el que lleva más tiempo; Marcelo Rojas que está a cargo del grupo de adultos avanzados, el más competitivo; Ignacio Silva que está a cargo de todo lo que es la categoría infantil y damas; y José Obando que es el que está a cargo la categoría de los más pequeñitos, el formativo”.

               Presente próspero en términos de escuela y profesionalismo. Así lo da a conocer su presidenta, quien señala que “nos encontramos a nivel competido en el tercer lugar a nivel nacional y estamos con un equipo bastante fuerte. Estamos muy a la par con los demás clubes y no tenemos nada que envidiarle a otras regiones en estos momentos. Lo que partió en algún minuto como algo de camaradería, se fue convirtiendo en el tiempo como algo más competitivo y profesional. No tenemos nada que envidiarles a otros países de Europa”.  

VALORES EXTRA DEPORTIVOS   

Felipe Oyarzún es el secretario de la entidad y uno de sus destacados representantes, conocedor de triunfos e imbatibles competencias. Conocedor también de la importancia del deporte, en este caso el remo, en la formación de los más pequeños, especialmente los más vulnerables. “Es importante el impacto social que tiene este deporte y club, ya que entrega valores a los niños y así empiezan a ser responsables, porque tienen un objetivo; comienzan a preocuparse por su alimentación, etcétera. El deporte les entrega las herramientas para que sean buenas personas cuando grandes. En mi caso, por ejemplo, si no hubiera entrado al remo, tal vez no sería la persona que soy ahora, porque yo venía de un lugar en que, entre comillas, me estaba perdiendo, entonces, el remo y el club en este caso, se podría decir que me salvó y me ayudó a crecer como persona”.

Sin duda, un ‘ejercicio’ de motivación importante en la formación deportiva y social. “Los niños reciben muy bien todas las herramientas que les entregamos, de hecho, cuando yo empecé acá en el club quería que terminaran luego las clases para venir a entrenar, porque acá estás libre y haces deporte, sales al río, haces trabajo físico, y comienzas a conocer amigos nuevos que tienen un objetivo común. Los cadetes, por ejemplo, ahora están motivados con su nacional, fueron a competir y se dieron cuenta del nivel que hay en esa competencia, quizás hagan un cambio de switch para ir imponiéndose las metas. Yo creo que es un factor positivo que vengan a hacer deporte los niños acá, parten cuatro veces a la semana entrenando, entonces, de a poquito van subiendo la carga. Cuando yo era cadete, éramos poquitos niños, los juveniles eran un poco más y los adultos muchos más. Ahora se ha ido invirtiendo la pirámide, lo que es muy importante. Ahora hay muchos niños que están comenzando de abajo”, indica Oyarzún.      

En este sentido, Fierro añade que “siempre les decimos a los chicos que el club es de oportunidades, acá todos tiene la misma oportunidad, obviamente, el colador se va haciendo solo por el hecho de que los chicos pelean sus puestos, con sus números, con su trabajo. Todo acá se gana. Todos ganan sus puestos”.

MÁS QUE UN CLUB, UNA FAMILIA                   

“Acá se genera mucho sentido de responsabilidad con el compañero y eso, obviamente, viene de la familia. La mayoría de los botes son múltiples, y si uno falla, el bote no sale, entonces, tiene que haber un compromiso desde la casa, desde el apoderado. Es una parte fundamental. Los apoderados tienen que ser un apoyo para que los chicos puedan desarrollarse plenamente”, señala la encenagada del Club

Bajo el mismo punto, complementa que “acá se marca mucho el concepto de familia entre los mismos remeros, porque es un entrenamiento, un trabajo. Como bien dice Felipe, los más pequeños empiezan con cuatro veces por semana, que igual es harto comparado con otras disciplinas, pero se genera un tremendo sentido de identidad con el club, con los compañeros. Acá todos vienen por opción, todos quieren estar acá y todos tiene un interés en común, y ahí generan verdaderos lazos”.

 

 

INSERTOS EN LAS ÁNIMAS Y EN LA COMUNIDAD VALDIVIANA   

Más allá del compromiso interno, el tradicional club desde siempre a ‘remado’ por aunar vínculos con la sociedad en la que está inserta. “Nosotros somos una entidad sin fines de lucro, abocados al trabajo sin distinción social, de hecho, en el sector de Las Ánimas tenemos bastantes niños de familias que son más vulnerables, y acá no hacemos distinción. Aquí las puertas están abiertas para todos los niños de la comunidad que tengan ganas y potencial para ser deportistas. El Club de Remos Centenario es una agrupación que se identifica bastante con el barrio Las Ánimas, de hecho, tenemos un convenio con la Escuela 39 del sector y, justamente, estuve conversando con su directora, porque queremos hacer cosas especiales para los chicos del colegio, porque la mayoría son de Las Ánimas, entonces, queremos acercarlos más al deporte. También realizamos actividades internas, como paseos con nuestros niños a la nieve, con un mínimo aporte de sus casas, porque es importante la recreación y sociabilidad. Aquí, no solamente formamos deportistas, sino que también formamos personas”, finaliza Mariana Fierro. 

 

LOS QUE ABRIERON UN SURCO: DIRIGENTES DE ANTAÑO

Alejandro Dorna, Raúl Gayoso, Adrián Storjoan, Dante Oliva, Tranquilino Aguilera, Adán Contreras, Jorge Ulloa, Delfín Cano, Olegario Lorca, Octavio Riquelme, Mario Matamala, Adolfo Muñoz, Alfredo Paredes, Juan Saavedra, Eligio Mansilla, José Méndez, y tantos otros que comulgaron con lo que en principio fue un proyecto.  

 

MEDALLISTAS DE LA VIEJA ESCUELA Y DE SIEMPRE

Felipe Oyarzún recuerda a algunos de los destacados ‘Palas Rojas’ de todos los tiempos: “dentro de la historia del club hemos tenido varios baluartes, y los que se me viene a la memoria en este instantes son don René Milanca, un gran remero que obtuvo muchas medallas; como don Alejandro Atero, que es entrenador y que también logró estar en el primer 8 que ganó un sudamericano en Brasil. Así han habido varios deportistas con importantes logros en sudamericanos y panamericanos, como Felipe leal, medalla de oro en Santo Domingo 2003”.

Hay muchos bogadores que han hecho gala de sus capacidades través del tiempo, aquí, algunos de los tiempos mozos: Isaías Sempe, Hugo Escárez, René Milanca, Orlando Godoy, Estanislao Velásquez, hermanos Bilbao, Alberto Jaramillo, Ricardo Garrido, Juan Arizmendy, Purísimo Gerrero,   Juan y Aldo Solís, René Barría, Humberto Henríquez, Chelán Triviños,

 

DIRECTIVA 2024

Mariana Fierro, presidenta; Cristóbal Colpihueque, vicepresidente; Felipe Oyarzún, secretario; Lilian Medina, tesorera.